Programa:
SA CD 1
Wolfgang Rihm (* 1952)
[01 – 03] Sinfonía “Seraphin” para conjunto y gran orquesta (1993 / 2011) 49:34
[01] 22:52 p.m.
[02] 19:41 p.m.
[03] 07:00 p.m.
Estreno mundial • Obra encargada por SWR
Fábrica de música de conjunto
Orquesta Sinfónica SWR Baden-Baden y Friburgo
emilio pomaricoconductor
Lars Petter Hagen (* 1975)
[ 04 ] A Zeitblom para violín y orquesta Hardanger (2011) 17:24
Estreno mundial • Obra encargada por SWR
Gjermund Larsen, violín Hardanger
Lars Petter Hagen y Wieland Hoban, ponentes
Orquesta Sinfónica SWR Baden-Baden y Friburgo
François-Xavier Roth, director
Saed Haddad (* 1972)
[ 05 ] contra-violencia para clarinete y orquesta (2010) 11:07
Estreno mundial
Obra encargada por SWR, Deutsche Radio Philharmonie Saarbrücken Kaiserslautern y Kunstfreunde Wiesloch eV
Nina Janssen, clarinete
Orquesta Sinfónica SWR Baden-Baden y Friburgo
François-Xavier Roth, director
tiempo total: 78:28
SA CD 2
rebeca saunders (* 1967)
[01 – 04] Estasis para 16 solistas en varios espacios (2011) 47:20
[01] 15:01 p.m.
[02] 05:59 p.m.
[03] 13:00 p.m.
[04] 13:19 p.m.
Estreno mundial
Obra encargada por SWR, Kunststiftung NRW y Ensemble musikFabrik
Fábrica de música de conjunto
Helen Bledsoe, flauta baja • Peter Veale, oboe • Carl Rosman / Richard Haynes, clarinete
Alban Wesly, fagot • Christine Chapman, trompa • Marco Blaauw / Ales Klancar, trompeta
Bruce Collings, trombón • Krassimir Sterev, acordeón
Dirk Rothbrust / Johannes Fischer, percusión • Ulrich Löffler, piano • Hannah Weirich, violín
Ulrich Mertin, viola • Dirk Wietheger, violonchelo • Michael Tiepold, contrabajo
rebeca saunders, ensayos
Mark Barden, asistente
Wolfgang Mitterer (* 1958)
[ 05 ] Pequeña sonrisa para conjunto y electrónica en vivo (2011) 20:15
Estreno mundial • Obra encargada por SWR
Fábrica de música de conjunto
Helen Bledsoe, flauta • Peter Veale, oboe • Carl Rosman, clarinete
Heidi Mockert, fagot • Christine Chapman, trompa • Marco Blaauw, trompeta
Bruce Collings, trombones Melvyn Poore, tuba Dirk Rothbrust, percusión
Benjamin Kobler / Ulrich Löffler, piano • Hannah Weirich / Anna Gebert, violín
Ulrich Mertin, viola • Dirk Wietheger, violonchelo • Michael Tiepold, contrabajo
Wolfgang Mitterer, ordenador portátil
Paul Jeukendrup & Wolfgang Mitterer, dirección de sonido
Enno Poppeconductor
tiempo total: 67:52
SA CD 3
Hans Thomas (* 1975)
[01 – 11] La forma más brillante de ausencia 28:35
Composición multimedia para voz, ensamble, electrónica en vivo y proyección de video (2011)
Estreno mundial • Obra encargada por SWR
[01] Yo Barstow 03:51
[02] II Desierto de Nevada 02:03
[03] III Cruce del Valle de la Muerte 02:44
[04] IV La canción de la muerte del antílope blanco 01:31
[05] VS Las Vegas Boulevard 04:02
[06] VI Valle de la Muerte Rd 127 (1) 02:32
[07] VII Canción de un hombre a punto de morir en tierra extraña 02:31
[08] VIII Lecho del lago seco del desierto de Mojave 02:58
[09] IX Valle de la Muerte Rd 127 (2) 02:34
[10] X Las Vegas Autopista 01:09
[11] XI Canción para los atardeceres 02:36
Sarah María Sun, soprano
ESTUDIO EXPERIMENTAL de la SWR
Michael Acker, diseño de sonido e informática musical
Thomas Hummel / Simon Spillner, diseño de sonido
Fábrica de música de conjunto
Peter Veale, oboe • Carl Rosman, clarinete • Christine Chapman, trompa
Marco Blaauw, trompeta • Bruce Collings, trombón • Melvyn Poore, tuba
Johannes Fischer, percusión • Benjamin Kobler, piano
Hannah Weirich/Anna Gebert, violín • Ulrich Mertin, viola
Dirk Wietheger, violonchelo • Michael Tiepold, contrabajo
Enno Poppeconductor
Iris ter Schiphorst
[ 13 ] Estudio para Figuras / Serie A 22:22
para 7 voces amplificadas y sampler (2009 / 2011)
Estreno mundial • Obra encargada por SWR
Nuevos solistas vocales en Stuttgart
Sarah Maria Sun y Susanne Leitz-Lorey, soprano • Truike van der Poel, mezzosoprano
Daniel Gloger, contratenor • Martin Nagy, tenor • Guillermo Anzorena, barítono
Andreas Fischer, bajo
Andrés Dohmen (* 1962)
[ 14 ] zirckel / richtscheyt / felscher 20:31
para gran orquesta (2011)
Estreno mundial • Obra encargada por SWR
Orquesta Sinfónica SWR Baden-Baden y Friburgo
François-Xavier Roth, director
tiempo total: 71:55
Reseñas de prensa:
El arte de la fuga Fiel a su cita anual llega la publicación de las obras más representativas incluidas en este festival de obligada referencia en la música de hoy. Seis encargos recientes de la SWR conforman estos cuatro discos; los autores, seis sólidos nombres europeos suficientemente conocidos en los escenarios internacionales que para la ocasión fundamentaron una reflexión sobre el concepto abierto de “gran forma” desde ópticas tan personales como complejas y sorprendentes. Enno Poppe (Hemer, 1969) trae almacenamiento, para un gran conjunto instrumental. Pieza de larga gestación y duración en la que se trata de introducir una idea de orden dentro de un desordenado maremágnum de materiales heterogéneos en el que se pueden engranar y articular ideas de variado signo. Durante ochenta minutos fraccionados en seis partes, Poppe se zambulle en un proceso de transformación imaginativa musical confrontando forma y sonoridad, echando mano de variadas técnicas de composición que incluyen procesos fractales, ramificaciones internas. Monalogía XIII “La doncella de arena” Se trata de una apabullante obra de Bernhard Lang (Linz, 1957) para orquestas con intervalos de cuartos de tono. Generada a partir de su ciclo Diferencia/Repetición, cuenta hoy con 28 piezas en las que ahora las máquinas son las generadoras de estructuras y no simulaciones en un desarrollo/destrucción que incluye tratamientos de materiales históricos. Monología XIII se volvió sorprendentemente en la figura de Anton Bruckner y su primera sinfonía pero observó aquí por Lang como creador de relaciones numéricas. Brillantes resultados de la interpolación de un doble coro y la microtonalización de nuevas formas de armónicas. Otro clásico, Georges Aperghis (Atenas, 1945) compuesto para 23 solistas Situaciones, pieza que no abandona las inclinaciones dadaístas del autor, so juego de fragmentos conectados y su atractivo absurdo. Texturas y colores discontinuos, sin aparente dirección tratan ahora paradójicamente de construir una suerte de organismo, de gran forma orgánica, pero sin despegarse de esa arriesgada actitud que produce el jolgorio, ora ordenado, ora desordenado y caótico, pero con toda su plasticidad. Repite en el festival Alberto Posadas (Valladolid, 1967) que se desmarca de la tan académica como teatral dialéctica solista/orquesta con su triple concierto para trío de maderas amplificado y orquesta titulada Kerguelen. El solesta permanece como unidad polifónica homogénea que flexiblemente entra y sale de la orquesta. Posadas trabaja los espacios intermedios en cuantas a alturas y timbres mediante lo que denomina “microinstrumentación” descubriendo sofisticados sonidos cargados de energía interior, telúricos, que desembocan en un tenso clímax aludiendo a la formación volcánica de la que la obra toma su título. El también veterano, Walter Zimmermann (Schwabach, 1949) presenta su Suave Mari Magno-Clinamen I-VI, para seis grupos orquestales. Pieza a su vez en seis partes y de extenso recorrido, es un uso de estructuras musicales que Zimmermann va extrayendo de elementos dispares de culturas más o menos remotas que van desde ciertas analogías musicales, tejidos, lecturas de Epicuro y Jeremías hasta diferentes simbologías culturales. Una obra colmada de sugerencias poeticas, desde la luminosidad y serenidad hacia la santa colera. Philippe Manoury (Tulle, 1952) cierra con otra obra de envergadura para orquesta y conjunto instrumental que lleva el título Las terapias de edición del genoma in situ haciendo alusión a una situación geográfica, a la disposición espacial de los grupos instrumentales y la percepción de los sonidos, la creación de geometrías diversas y ocasionales incursiones en lo caótico en donde, en suma, el espacio cobra protagonismo en el modo de escucha. Manoury da respuesta a una reflexión sobre el concepto gran forma y gran formato y su contrario, el breve aforismo, como posible red de citas, complejas y evocadoras, de alusiones y premoniciones, convirtiendo el tiempo en una percepción heterogénea y polifónica ya la música como una construccion organica, en este caso de desbordante vitalidad, electrizante. Manuel Lucas de Tena
Mundo clásico Nueva cita con el oráculo de las Donaueschinger Musiktage, otra vez de la mano del sello NEOS, que nos acerca en esta ocasión a las jornadas del año 2011 por medio de un cuidado cofre de tres SACDs a los que, como era de esperar, se asoma buena parte de la pluralidad musical de nuestro tiempo, con un conjunto de obras entre las que encontramos potentes reflexiones sobre este presente que tanto gozamos y padecemos; reflexiones que van del humor a la violencia, de la desmitificación al existencialismo, de lo folclórico (en Donaueschingen, sí) a lo más trasgresor de los lenguajes actuales, completando un abanico estilístico que nos hara más conscientes de la música que somos. La cartilla SACD comienza con una partitura mayor: obra orquestal que nos reconcilia con un Wolfgang Rihm (Karlsruhe, 1952) que en Sinfonía “Seraphin” (1993/2011) muestra el mejor de sus múltiples rostros, enraizando esta monumental sinfonía para conjunto y orquesta en todo un rizoma de piezas previas en su catálogo derivado del Teatro de Serafín, de Antonin Artaud. El teatro de Artaud, su violencia y expresividad, está ya no solo presente en la serie de piezas en cuyo título se hace explícito el motivo Séraphin, como Serafín. Intento de teatro para voces/instrumentos/… (1993-94), Estudio de aprendizaje Seraphin (1997), el Esfera de serafín (1993-96/2006), sino en piezas también artaudianas como Tutuguri (1980-82), con aquellos arrebatos percusivos y estructura en capas tiene mucho que ver esta Sinfonía “Seraphin” que expande a modo de desarrollos vegetativos piezas como y ahora yo (1990) Titular (2003), el Concierto “Seraphin” (2008). It is así que en sus tres movimientos y casi 50 minutes de duración esta sinfonia acumula motivos que nos resultarán familiares del Rihm que fue, con sus polirritmos insistentes, su colorista y huidizo trabajo en las maderas, su proliferante percusión espacializada, etc. una obra impactante, arrebatadora, que nos pone en la pista del most Rihm de los últimos años. Frente a la plétora rihmniana, Lars Petter Hagen (Ski, 1975) se propone en A Zeitblom (2011) Épater la burguesía Musical en alemán con una pieza para violín y orquesta de reminiscencias folclóricas, a la que se asoman estáticas sonoridades lindando el nueva era. Se acompaña lo musical de diversos cortes para proceder a una narración (y subsiguiente traducción al alemán) en la que el compositor noruego aborda el sentido de la vanguardia, el fascismo, el marxismo, las élites musicales, etc.; Tirando de autores como Adorno y bombardeando muchos de los cánones ideológicos que han guiado a las Donaueschinger Musiktage desde su nacimiento. Interesante discurso que mueve al pensamiento -y al que el público responde en no pocos momentos con carcajadas; no sabemos si riéndose con/de Lars Petter Hagen (y el cambio de preposición es toda una proposición)-. Pena que el monologo no fuera acompañado de una música con cierto nivel y sustancia, más allá de una bella melodía perfectamente pastoril para una mañana soleada en la campiña noruega… El Jordano Saed Haddad (Az Zarqā, 1972) es la perfecta complejidad y excelencia del discurso puramente musical en contra-violencia (2010), partitura para clarinete y orquesta relacionada con dos textos de Pierre Bourdieu y Elizabeth Gras en los que se abordan los conceptos de violencia y contraviolencia, algo presenta a nivel formal en una pieza de continuos choques, de furibundos impactos musicales, de confrontación y busqueda de equilibrios; Procesos de alternancias constantes, de serenamiento progresivo que, sin embargo, cuando alcanza un asomo de paz en el registro grave del clarinete de la siempre excelente Nina Janßen, recibe un golpeo final que nos pone en guardia ante lo que se antoja nueva vuelta de tuerca en un continuo de eventos violentos consustanciales (ÿinevitables?) a la condición humana. Teniendo en cuenta el origen de Haddad, así como los tiempos que vivimos, contra-violencia it una pieza para la reflexión, además de todo un retrato de Oriente Medio; quedémonos con su carácter de alegato, que también lo tiene, a favor del entendimiento y la paz. A pesar de la enorme calidad de la sinfonia rihmniana, es en el segundo SACD donde encontramos la gran obra de este cofre: una pieza de verdadera enjundia, una de las partituras más sólidas de una de las más brillantes alumnas del propio Rihm: Rebecca Saunders (Londres, 1967). En reciente paseo a orillas del Atlántico en Porto, el compositor alemán Helmut Lachenmann me habló de Rebecca Saunders como una de sus apuestas de cara al futuro (también presente) de la música. Durante años él(mos) habló de Saunders como de una 'laughing man británica'; esto se relativiza en Estasis (2011), donde las técnicas extendidas de la música concreta instrumental adquieren perfiles más personales, más libres, más poéticos; también más teatral, siendo esta partitura para 16 solistas una meditación o un estado acústico-espacial derivado de una lectura del Sin embargo (1974) beckettiano. Según Saunders, luz y sombras, silencio y sonido, movimiento e inmovilidad desdibujan sus estructuras, se entreveran con la gramática, y dan lugar a una melancolía intemporal como lo es la contemplación silente del anochecer. Las cuatro partes en que se dividen Estasis saturan el espacio de sonidos, ruidos, voces guturales y desmaterializaciones del ser que no por ello suenan deshumanizadas, en las que Saunders finge hasta cierta ternura, llevando a cabo una ocultación del silencio que prácticamente, como en cage, desvela la física impossibilidad del mis mo , rescatando su ontología como puro concepto. Siempre que nos abismamos a sus dominios, algo irrumpe y nos desestabiliza; Derivando un estado, como los personajes de Beckett, de tensión continua, de una quietud asediada, de una impossibilidad de reposo. Soberbia propuesta, la de Rebecca Saunders, que en no pocos momentos (especialmente en los compases conclusivos) nos recordará a Luigi Nono: esas maderas suspendidas que se mueven y expanden cual auras por el espacio. Completa el segundo SACD una propuesta radicalmente distinta: la de Wolfgang Mitterer (Lienz, 1958) en Pequeña sonrisa (2011), obra para conjunto instrumental y electrónica en vivo en la que la improvisación juega un papel importante, dentro de unos límites determinados por el propio Mitterer, que tiende a sus intérpretes partituras sonoras a las que los músicos deben reaccionar libremente, lo que diversifica la interpretación, al tiempo que compacta la pieza y le consigue unidad. Como es habitual en Mitterer, estamos ante una obra colorista en extremo, hiperactiva, móvil, humorística, desmitificadora (recordemos la larga y jugosa entrevista que con él mantuvimos en septiembre de 2008); una obra que nos desestabiliza constantemente, con giros inesperados, hibridando lo pop y los lenguajes de la vanguardia, todo ello desde una calidad compositiva incuestionable. Muy alejada del dramatismo y seriedad de Saunders, esta pieza es también un proceso de renovación constante, de fluidez sonora impactante, inagotable: una pequeña sonrisa cargada de grandes cualidades. Ya en el tercer SACD, Hans Thomalla (Bonn, 1975) nos propone en La forma más brillante de ausencia (2011) una composición multimedia para voz, conjunto y electrónica en vivo que transita el desierto como encuentro físico de extremos entre luminosidad, horizonte y silencio, donde la percepción de los objetos se agudiza -afirma-. Thomalla trabaja la experiencia del desierto desde muy distintos puntos de vista, ya sea con intención realista, al insertar en electrónica fragmentos de grabaciones en vivo en el Valle de la Muerte y el desierto de Mojave; fragmentos que se entreveran con la voz y el conjunto, en musica de rabiosa actualidad; Ya sea con intención de distanciarse del mismo, interiorizando la experiencia del desierto desde una mirada psicológica, algo que realiza en tres lieder para voz y piano que me parecen lo más convencional de la obra: irrupciones dirían que horteras y prescindibles. Frente a ellas, pasajes como 'Mojave Desert Dry Lakebed', más puramente ruidistas, son de un impacto sólido y convencido, en una propuesta en conjunto irregular, mestiza, que en format SACD se ve privada de las imágenes que al modo de videoinstalación acompañan a la musica; y eso aquí amputar la propuesta, cuando incluya un DVD con imagen probablemente no gran resultado tan costoso. La también alemana Iris Ter Schiphorst (Hamburgo, 1956) sit adentra en el estudio de las emociones en Estudio para Figuras / Serie A (2009/2011), pieza para siete voces amplificadas y sampler que bebe directamente, lindando la cita, de las Aventuras y Nuevas Aventuras (1962-65) de György Ligeti, de las que constituye todo un epigono, ya no solo por el tratamiento (tan gutural) de la voz, sino por el manejo del sampler como paisaje para lo vocal. Estudio para Figuras / Serie A toma como referencias el cuento Las investigaciones de un perro (1922), de Franz Kafka, el proceso pictórico de Francis Bacon, y una aproximación psicológica realizada por la compositora a una mujer desconocida. Todo ello conforme a una abigarrada masa de efectos vocales, de impronta netamente vanguardia, con algunos asomos de entonación y lenguaje de alturas, para ampliar sus emociones y buscar puntos de encuentro espiritual con las pulsaciones, ritmos, tempi, armonias, etc., que vertebran la percepción y empatía con el otro. Aunque estéticamente lograda y potente, además de con una interpretación de fábula a cargo de los excelsos Neue Vocalsolisten Stuttgart, no se escapa de esa sensación de secuela en casi ningún momento de sus 22 minutos de duración, más allá de los asomos jazzísticos en los últimos minutos de la pieza, donde se invierte el orden de preponderancia y las voces puntean la jam session del muestreador. Cierra el cofre de las Donaueschinger Musiktage 2011 Andreas Dohmen (Viersen, 1962), con zirckel / richtscheyt / felscher (2011), partitura orquestal igualmente remitida a la pintura como referente conceptual, en este caso al estudio Sujeto a medición (1525), de Alberto Durero. En él, Dürer abordó el uso del compás y la regla para la traslación gradual y continua de las formas, introduciendo procedimientos de variación que producen una renovación constante del dibujo. Dohmen parte de estas ideas para producir una partitura en continua mutación, en la que los materiales, los ritmos, los timbres, están en progresiva metamorfosis, transitando paisajes que van de la escritura de alturas al ruidismo, si bien de un modo muy tímido. Pieza híbrida, por tanto, que alcanza cierto vuelo en algunos compases, pero que en conjunto podría resultar más solida y expresiva, pues esos vericuetos de la variación acaban siendo un tanto divagación. Aun con la dificultad que suponen las interpretaciones de estas ocho partituras, todas ellas primera grabación mundial de sus respectivos estrenos (por tanto, sin alternativas y grabaciones desde carga ya históricas), se antojan versiones excelentes, a de especialistas en la materia, destacando la monumentalidad, la imaginación sonora y el rigor de la symphonia rihmniana; la contundencia y definición tímbrica de la soberbia partitura de Rebecca Saunders; y la abrumadora lección de recursos vocales de los nuevos solistas vocales y la dificilísima pieza de Iris Ter Schiphorst. En el resto, the resultados son también sobresalientes, si bien las partituras antes señaladas parecen haber alcanzado un nivel especialmente sublime. Las tomas de sonido, una carga de la SWR alemana, son de una transparencia y un realismo encomiables. Al tratarse de SACD, se pueden escuchar las grabaciones de forma espacializada, locual es especialmente pertinente para partituras como la de Rebecca Saunders. La edición de los compactos junto a las líneas principales de NEOS: libretos con ensayos muy informativos a cargo de los propios compositores, además de un atractivo diseño con fotografías y datos pormenorizados de las grabaciones. Nuevos mensajes, así pues, de ese oráculo de la música que es Donaueschingen; en breve, la edición (también en NEOS) de las Donaueschinger Musiktage 2012, con otras perspectivas sonoras no menos apasionantes. |