Las cuestiones compositivas-estéticas con las que Atac Sezer Las experiencias que hemos abordado desde entonces son el resultado lógico de su complejidad y diversidad. Por un lado, Sezer realiza un examen sistemático-discursivo de los sistemas modales tonales del mundo árabe; y esto va acompañado de una reflexión sobre las posibilidades de la música microtonal y electrónica desde una perspectiva europea. Por otra parte, Sezer realiza un estudio sistemático de las técnicas y sonidos de instrumentos turco-otomanos como la flauta de mástil largo Ney o el laúd de arco de mástil en forma de caja Kemençe; Esto va acompañado de la exploración de nuevos sistemas de notación y técnicas de interpretación para instrumentos europeos.
Las áreas culturales turco-otomana y europea, sus prácticas artísticas y compositivas, marcan el doble marco para las obras de Atac Sezer. Sin embargo, en términos de composición y práctica interpretativa, representan poco más que una base material sobre la que Sezer tiene el mayor conocimiento y virtuosismo y a partir de la cual avanza hacia un estilo musical individual. La composición Preludio de Peshrev Para Ney, el bajo eléctrico y la electrónica de 2008 formularon esto de forma paradigmática por primera vez. Los valores tradicionales no caen en una falsa síntesis o simbiosis en la que uno aparece como una adición exótica y pintoresca, sino que entra en un modo de reflexión y penetración mutua. Al hacerlo, Sezer formula una posición artístico-estética crítica y al mismo tiempo independiente en el discurso en torno a la nueva música, que se opone a la perspectiva poscolonialista que a menudo prevalece hoy en día sobre la música clásica de las regiones árabes o asiáticas.
Atac SezerSu obra está bajo la primacía del sonido nuevo, literalmente inaudito. De forma sistemática y basándose en un amplio conocimiento compositivo, Sezer desarrolla sus ideas en una serie de obras que examinan las más diversas instrumentaciones en relación con esta dimensión del sonido. Las grabaciones del CD “Garden in Eden” dan testimonio elocuente de ello.