Laurie Altman, Arnold Schoenberg, Erich Korngold: Divergencia

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Artículo NEOS21306 Categoría:
Publicado el: 25 de abril de 2014

Programa:

DIVERGENCIA

laurie altman (* 1944)

[ 01 ] Ven a bailar conmigo Versión del septeto (2006/2013) 07:07
para cuarteto de cuerda, piano, clarinete y vibráfono

Kirill Kobanchenko y Bernie Mallinger, violín
Aurore Cany, viola; Florian Eggner, violonchelo
Flip Philipp, vibráfono Christoph Zimper, clarinete
Christoph Eggner, piano

3 para duque para cuarteto de cuerda (2011) 12:48
[ 02 ] yo dama sofisticada 04:36
[ 03 ] II estado de ánimo índigo 03:25
[ 04 ] III No significa nada 04:46

Kirill Kobanchenko y Bernie Mallinger, violín
Aurore Cany, viola; Florian Eggner, violonchelo

[ 05 ] En un tiempo de guerra para cuarteto de cuerda (2009) 03:42

Kirill Kobanchenko y Bernie Mallinger, violín
Aurore Cany, viola; Florian Eggner, violonchelo

[ 06 ] De la gastronomía (2013) 03: 12
para cuarteto de cuerda, narrador, piano, clarinete y vibráfono

Kirill Kobanchenko y Bernie Mallinger, violín
Aurore Cany, viola / narrador Florian Eggner, violonchelo
Flip Philipp, vibráfono Christoph Zimper, clarinete
Christoph Eggner, piano

Fantasía sobre la Op. de Schoenberg. 19 para cuarteto de cuerda (2012) 09:30
[ 07 ] I 01:52
[ 08 ] II 00:54
[ 09 ] III 02:34
[ 10 ] IV 01:17
[ 11 ] V 00:58
[ 12 ] VI 01:50

Kirill Kobanchenko y Bernie Mallinger, violín
Aurore Cany, viola; Florian Eggner, violonchelo

arnold schönberg (1874-1951)

Seis pequeñas piezas para piano, op. 19 (1911) 06: 53
[ 13 ] Yo Luz, tierna 01:44
[ 14 ] yo despacio 01:21
[ 15 ] III Muy lentamente 01:12
[ 16 ] IV Rápido pero fácil 00:26
[ 17 ] V Un poco rápido 00:43
[ 18 ] VI Muy lentamente 01:16

Christoph Eggner, piano

Erich Wolfgang Korngold (1897-1957)

Quinteto para piano en mi mayor, op. 15 (1920-1923) 33:05
[ 19 ] I Momento moderado, con una expresión vivaz y floreciente. 12:17
[ 20 ] II Adagio: Con la mayor calma, siempre extremadamente atado 12:04
[ 21 ] III Finale: Mesurado, casi patético; allegro giocoso 08:28

Kirill Kobanchenko y Bernie Mallinger, violín
Aurore Cany, viola; Florian Eggner, violonchelo
Christoph Eggner, piano

tiempo total: 76:40

Comentario de prensa:


02.06.2014

Historias de amor caníbal y resurrección ossia la musica alrededor de la musica

Componer no con Notas Sino con composiciones, Pero no Respetuosamente Como Hacían Los Barrocos (Es Decir, Hablando un Material Ajeno y Coetáneo) Sino atreviéndose A Mejorar Obras Inmejorables o Recomponiendo Sus Ecos O Recuerdos Es Una de las fiess Más Fastuosas de La música que se celebra al margen de los papas y otros gurús de la acaso mal llamada modernidad.

Las diversas corrientes de la larga lista de los recompositores Alimentaron dura todos los años musica de nadie y Recompositores, Resonancias y Ricercare (Classic radio), de de Schnittke y Ronald Stevenson y Oscar Strasnoy pasando por Michael Zev Gordon o Chris Newman (todos con cds distribuidos en España) sin mencionar a performers-compositores-improvisadores como Louis Sclavis o Uri Caine.

Las combinaciones son infinitas: en la estela de Un poco de música de medianoche en 'Round Midnight de Thelonious Monk de George Crumb, Laurie Altman Rumia Señorita con claseMood Indigo y no significa nada de Duke Ellington, recomponiendo, para cuarteto de cuerdas, su primera recomposición para soprano, flauta y piano de las tres inmortales piezas (Convergencia, incluido Neos). A esta 3 para duque sigue aquí Ven a bailar conmigo, recomposición-reorquestación para septeto de una obra original semi-improvisada (Albany Records) y todas estas sombras bailan en la noche blanca, siluetas reflejadas, insomnes o sonámbulas, que se destacan de un antiguo y querido modelo, comprendiendo la mano, acaso temiendo perderlo del todo o para arrastrarlo al baile, Ven a bailar conmigo, ven baila conmigo, una y otra vez, y es una historia de amor caníbal y resurrección, enamorado deslizándose en el otro que le da vida y sigue viviendo su vida paralela y todo se mezcla, misterio y belleza, sudor y saliva, todo se. turba, oído y vista, y las bocas y los muslos palpitan en ese torbellino hasta el final del abandono.

Con la Fantasía sobre Op. Schönbeg. 19, Altman presenta o imagina a Schönberg escribió sus Se trata de pequeñas piezas para piano opus 19. para un cuarteto de cuerdas bajo el efecto de aquel imaginativo pequeño cactus con sabor algo amargo, en lengua náhuatl la “planta-que-maravilla-los-ojos”, intentando en vano asir las 6 primeras notas cuando emprenden la huida o la fuga en la 1ª pieza, oscilando en un espejo deformante, desfasando las métricas, condesando los silencios on la 2ª antes de estirar, on la 3ª, la materia sonora (del hipotético modelo original) all límite de su resistencia y de la percepción del oyente, insertando en la 4ª un baile −chacona, movimiento perpetuol,   u testarudo− imitando los movimientos de un animal totémico, azor o condor, que desgarra los temas para llevarse sus fragmentos más suculentos. La rica alucinación auditiva se mezcla con la visual en la 5ª pieza mientras la viola mezcla lo que tocarán, por separado, la mano izquierda y la derecha en el −futuro− original. Acaso Altman hubiera tenido que imaginar a Schönberg con mescalina pura en vez de peyotl pues el pequeño “cactus-que-(aquí y hoy)-maravilla-el-oído” no tratado puede provocar estas náuseas, arcadas e incluso estos vómitos que hacen estremecerse , en la 6ª pieza, el estático Muy lentamente original. Los efectos suelen desaparecer al cabo de unas ocho horas pero Schönberg (via Altman) solo necesita 9 minutos 30 para volver a la realidad y darnos su versión censurada, decantada o filtrada de las Estas son pequeñas piezas para piano..

Se puede respetar a Schönberg, o amarlo solo cuando lo toca Gould porque uno ama a Gould incluso cuando toca Strauss, o no distinguido entre amor y admiración por ejemplo en esta (evidentemente) excelente versión de Christoph Eggner, pero en cualquiera de los casos pasar de Schönberg a Korngold equivale a lanzarse desde una dieta macrobiótica a una piscina de tiramisú donde rebosa felicidad (incluso, momentáneamente, atonal, acaso reminiscencia del paso de Korngold por el taller Ze mlinsky) el inicio del Quinteto Op. 15, antes de pedir una doble ración de crema batida por la especialización del chef, el Adagio Con mucha calma, con la máxima calma. Finaliza el Quinteto citando el inicio lo que da ganas de empezar de nuevo Ven a bailar conmigo, tiene la inversión de los términos (que también pierde en misterio lo que gana en erotismo): ¡Baila conmigo y ven!

Pierre Elie Mamou

 

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