Peter Ruzicka: Obras orquestales Vol. 2

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Publicado el: 7 de enero de 2014

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OBRAS ORQUESTALES VOL. 2

Desde sus primeros trabajos, Peter Ruzicka ha sido constitutivo del hecho de que componer se desarrolla en un espacio histórico en el que el pasado no sólo actúa como caldo de cultivo, sino también como parte del presente y como interpelación al mismo. A la dialéctica de la historia que ha sido asumida, suprimida y rechazada se le dio un papel especial en esta creatividad reflexiva. Citas de Alban Berg, Anton Webern, Arnold Schönberg, pero también de maestros más antiguos como Robert Schumann, Ludwig van Beethoven, Joseph Haydn y Thomas Tallis, pero especialmente de Gustav Mahler, aparecen en sus obras una y otra vez como espejo crítico o catalizador. de su propio lenguaje tonal. Sin embargo, después de casi cinco décadas de creatividad musical, el original también ganó su historicidad específica y, como el extranjero, se convirtió en tema de un estilo tardío.

mala suerte siniestro. desastre. Todo destino, toda futilidad reside en este título y en la pieza del viejo Franz Liszt que lo lleva. Pertenece a la obra tardía, cuya importancia fue reconocida en la década de 1970 y situada en la prehistoria del modernismo. El compositor ya no quería mediaciones, ni actitud, ni adornos, sino los propios pensamientos: un tema inicial en el que el »diabolus in musica« imprime el sello sonoro, una marcha amenazante, un coral que finalmente se abre paso »cuasi órgano« y es presionado condujo a la muerte de la obra. Heinz Holliger ampliado mala suerte a través de la orquestación.

Ruzicka, por otro lado, deja que el material de Liszt atraviese campos de sonido y eventos que él creó: una ola de sonido que se levanta y muere, desarrollando dureza y atracción, un campo de figuras rápidas y fragmentos de motivos, de intentos y virtuosismo destrozado, un sonido de astillas como el tintineo de polvo de vidrio. Los tres forman a menudo topoi variables en la obra de Ruzicka. Escucharás fragmentos de la pieza para piano de Liszt como algo diferente en cuanto a sonido, pero no todos, porque lo original y lo extraño se entrelazan: a través de un punto de fuga armónico común que hace honor a su nombre, a través de una comunidad parcial de sustancia. ya través de un drama interior, se pueden identificar las tensiones, pero fuentes difícilmente heterogéneas.

mala suerte es una pieza de noche y despedida, SOBRE NUESTRA ESTRELLA una escena sonora que lleva una larga mirada a modo de despedida. Al final, el material de Liszt marca la pauta. Está empañado por el sonido de astillas vidriosas de Ruzicka, como si los dos fueran juntos.

TRANS. El título indica transgresiones. La primera ocurre al principio, cuando la música surge »de la nada«, y no en un momento, sino en un proceso más largo en el que oscila entre las formas de la realidad y las formas de la posibilidad. La segunda tiene lugar en la frontera entre el arte y la experiencia existencial.

Los títulos que Ruzicka dio a las siete partes de su composición dan una idea: Dal niente - Rendición - Lucha - Congelado - Interior - Sombrío, Escape - Memoria. La pieza exterior es la expresión de un drama interior, la tercera transgresión. La secuencia de partes - rendirse voluntad KampfEn el interior después solidificación - menciona eso. La estructura musical de las secciones individuales lo lleva a cabo.

En la sección rendirse Ruzicka lleva su música muy atrás. Kampf compuso como un campo sonoro de virtuosismo destrozado. El juego excitado se acumula en ritmos fortissimo, se detiene por momentos de letargo y se corta por pausas generales. solidificación aparece como parálisis con hiperactividad motora interna. Ruzicka disecciona la ambivalencia en siete signos sonoros como marco, y en fragmentos de la Kampf-Parte como medio. En el interior aparece como un encantamiento de la canción en diferentes variedades. La sexta parte utiliza material gestual de la Kampf en adelante, en la séptima muchas reminiscencias culminan tres veces en un grito orquestal.

En TRANS, dos fuerzas principales actúan como capas que se desprenden y penetran parcialmente. Una línea conduce desde Kampf a Escapar y se sumerge en el medio solidificación-sección en. El otro incluye las partes tranquilas y lentas. Mucho se ha fundido en el curso de 25 minutos que aún era evidente en composiciones anteriores.

Ruzicka se refirió a Mahler, el compositor que condujo la música a la modernidad sin entrar él mismo en ella: a motivos, temas, procesos formales, signos y símbolos. Lo que H. H. Eggebrecht llamó “composición de vocabulario” en Mahler, Ruzicka mostró la salida de la aporía de la Nueva Música. Ciertos paisajes sonoros y "frases" recorren su obra en constantes variaciones, como claves de su lenguaje específico. En MAHLER | IMAGEN, una »segunda mirada« a la creación de lo premoderno, varios niveles de referencia están presentes.

La pieza comienza con la nota larga, tranquila y alta que abrió la Primera Sinfonía de Mahler, la confunde en un pequeño grupo, la desplaza, la transforma en otro fenómeno marginal de la música: el ruido. Mahler está »traducido«. Un sonido vidrioso se desvanece, ganando nitidez cortante y poder opresivo. Los ritmos del arpa recuerdan el nacimiento de la música en la Primera y la Novena de Mahler, presagian los golpes de tambor, reminiscencias de los pasos de marcha que subyacen al trauma de la persecución nazi en la ópera CELAN de Ruzicka, símbolos de la vida degradada y robada, como suele ser el caso en las obras de Mahler. Obtienes la intensidad del ostinato a través de la agitación del tambor detrás del escenario. Las señales de Mahler se coagulan en sonidos, en un fragmento coral se mezclan Parsifalton, un momento del comienzo de la ópera HÖLDERLIN de Ruzicka y el tema del trombón del primer movimiento de la Décima Sinfonía de Mahler.

MAHLER | BILD, en sí mismo un adagio, sugiere un tiempo en el medio que da vueltas y amenaza con detenerse. El solo de viola de Mahler, la impactante reducción de la música a la monofonía, está incrustado en la amplia línea de un canto que, como sustituto del canto, lleva la pieza orquestal hasta el final. Propios y foráneos se fusionan sin perder su reconocibilidad.

Trotón de Habacuc

Programa:

[ 01 ] SOBRE NUESTRA ESTRELLA 11:02
para gran orquesta (2011)

[ 02 ] TRANS 25:00
para conjunto de cámara (2009)

[ 03 ] MAHLER | IMAGEN 17:45
Memoria para orquesta (2010)

tiempo total 54:02

Deutsches Symphonie-Orchestre Berlín
Pedro Ruzickaconductor

Grabaciones de estreno mundial

Reseñas de prensa:

06.10.2014

Retornamos al catálogo del compositor, director, musicólogo, académico, docente y programador Peter Ruzicka (Dusseldorf, 1948), por medio del segundo VOLUME que de su obra orquestal publica el sello NEOS; compacto que se une en la discográfica alemana a unos lanzamientos previos que comprendían un primer VOLUME de la obra orquestal (11045), un doble compacto dedicado a la integral de sus cuartetos de cuerda (10822/23), y un monográfico centrado en su música para piano solo (11044). Como en su día señalamos, este proyecto orquestal de Ruzicka en NEOS no se solapa con ninguno de los discos ya editados por sellos como Wergo o Thorofon, y si el primer volumen presentaba tres primeras grabaciones mundiales, esta segunda entrega sigue idénticos derrotero, si bien Ahora centrado en la producción más reciente para orquesta de Ruzicka, con tres partituras firmadas entre 2009 y 2011.

Las señas identitarias de la composición orquestal de Peter Ruzicka se mantienen incólumes. Tal y como señala Habakuk Traber en su lúcido ensayo para esta edición, la producción del compositor alemán «ha ido unida desde sus comienzos a la conciencia de un hecho, que el acto compositivo se inscribe en un espacio histórico donde el pasado no supone sólo una fuente de inspiración, sino que actúa como parte del presente y como interrogante dirigido a éste. Esta forma reflexiva de creación concede un importante papel al juego dialéctico con la historia, tanto asumida como rechazada y repudiada». Es la de ruzicka una relación con la tradición, una mirada fascinada e interrogante al pasado, que computte no pocos planteamientos con el también alemán hans zender, a pesar de que cada uno haya desarrollado técnicas y proceres distintas en SuS numerosas metamúsicas, en las que reescriben (desde, para, con) partituras de compositores en cuya deriva genealógica ambos se inscriben: los Beethoven, Schubert, Schumann, Mahler, Schönberg, Berg, Webern, etc. (además de esos auténticos músicos de la palabra que fueron los poetas Friedrich Hölderlin y Paul Celan, tan afines y musicalizados por ambos).

Gustav Mahler es la presencia más histórica recurrente en el catálogo de Ruzicka, sea en composiciones de cámara u orquestales. MAHLER | BILD (2010) es, obviamente, un nuevo ejemplo, una nueva incursión en la música del compositor bohemio, si cabe ahora con un tejido de citas menos limpias, con una presencia de la música en la metamúsica más sutil y entreverada. La presencia de Mahler se justifica, además de por la propia fascinación que en Ruzicka ejerce la obra del genio austriaco, por su carácter de bisagra, de transición necesaria en la que la rica tradición del siglo XIX se engasta y abre a un prolífico siglo XX del cual Ruzicka es parte (quizás como extension de este siglo en el XXI, pues diría que Ruzicka es de los creadores que ha hecho del pasado siglo su patria histórica). De este modo, el gran adagio que es MAHLER | BILD se ve recorrido por sonoridades y ecos que nos remiten, principalmente, a las sinfonías Primera, Segunda y Novena de Mahler: respectivamente, con su intrincado arranque en armónicos de las cuerdas; con un tema de trombón del funeral; y con los sombríos pasos del arpa en el 'Andante comodo' (ese movimiento que, en su día, el compositor cubano Jorge E. López nos decía «la gran contribución de Mahler a la historia de la música»). Todo ello se hilvana, a su vez, con composiciones del propio Ruzicka en las que Mahler ya estaba presente, añadiendo un ambiente, un tono vital a pasajes de las óperas Hölderlin (2006-07) y Celan (1998-99). Precisemente, Habakuk Traber enlaza la persecución traumática de los nazis en Celan con esa persecución inmisericorde de la muerte que acecha en la Novena de Mahler, algo que podemos comprender fácilmente como trasunto de la persecución sufrida por la figura y la música de Mahler en la Al emania nazi, que Ruzicka nunca ha dejado de denunciar, y que en su catálogo se repara, reforzando su posición como hito vertebrador de la historia. Esta nueva composición así lo demuestra, con sus auras móviles, con su carácter circular, con sus apariciones y disgregaciones, con sus morfologías reconstruidas, con un fluido estilístico que abraza todo un siglo en sus múltiples rostros.

TRANS (2009) es una pieza de corte existencialista y autobiográfico: la exposición de un proceso de lucha, desde la aparición del motivo de conflicto (una red ligada y agudísima en las cuerdas enfrentada al piano, con punteos percusivos del resto de la orquesta, todo ello atomizado y puntillista) hasta el recuerdo final del conjunto de esta deriva de tensiones y contrastes que pugnan entre sí a lo largo de la partitura, apareciendo, desapareciendo y reapareciendo convocando diversas técnicas y estilos musicales: desde compases de corte Lachenmanniano por su tratamien to instrumental, hasta un final donde alternan una desnudez extática con tres violentas explosiones, pasando por algunos pasajes que recuerdan (lindando la cita) la marcha funebre con la que arranca el 'Molto sostenuto' de la soberbia ΣΤΉΛΗ (1994), de György Kurtág (minuto 9:25 de TRANS). Ven y MAHLER | BILD, hay algo de feldmaniano en este Ruzicka tardío, del Morton Feldman de los años setenta, con sus campos extendidos de gran serenidad y unas sonoridades que irrumpen súbitamente, en el caso de Ruicka con patrones más cambiantes que en el neoyorquino. Se produce, así pues, una masa muy visual, bipartita (aunque no obstante rothkiana, por el relieve de una de sus partes), con un tono oscuro de base, que recorre la obra, y apariciones que van complejizando esa masa homogénea, aportando un volumen, una bidimensionalidad, una profundización expresionista repleta de polirritmos y golpes al más meditativo continuo. En global, hay más sustancia artístico-musical que en MAHLER | BILD, el compositor se enfrenta a sus demonios, integra referencias y alcanza un final que no parece resolución alguna, algo perfectamente válido para la vida (como proceso).

La más reciente de las tres partituras es OVER UNSTERN (2011), tramada a partir del pianístico p.208 de Franz Liszt, aderezado con sonoridades contemporáneas que me han remitido, por su manejo de los crescendi, su halo romantico y el modo en que intrínsecamente abigarradamente los vientos, además del punteo de las percusiones, un Wolfgang Rihm. No sé hasta qué punto padece Peter Ruzcika alguna suerte de haroldbloomiana 'angustia de la influencia, pero cierto es que pocos compositores de tan importante presencia como él en los últimos años muestran una profusión tal de reverberaciones y préstamos estilísticos en sus partitu fast El resultado se disfruta, por su puesto: todo un campo ecoico en el que se compacta la música que ha trazado el mapa de la modernidad en las últimas décadas, aquí de nuevo (como en todo este compacto) con un carácter sombrío, apesadumbrado, siniestro: algo ya marcado por esa mala estrella del original lisztiano.

Las interpretaciones me han parecido notabilísimas, de la mano de una orquesta ya no sólo habitual del repertorio actual, sino buena conocedora de la música de Ruzicka (como dio buena muestra el compacto editado por Wergo (WER 6518-2) en su día). Como en aquel disco, el propio compositor se pone al frente de sus partituras, en lo que son tres registros primicia; por tanto: disco que algún día se etiquetará como 'histórico'. Técnicamente hay una filiación total con el lenguaje contemporáneo de Ruzicka, además de resultar muy caído a los ecos estilísticos que el lemán rescata desde el pasado, si bien se enfatiza su actualización, resultando más abstractos, no tan simbólicos. Se agradece, y mucho, el paquete de la orquesta berlinesa, su cuerpo y carácter, resultando, a nivel interpretativo, un disco recomendable.

Las grabaciones, a cargo de Deutschlandradio Kultur, son realmente sobresalientes, algo muy importante si tenemos en cuenta la delicadeza de estas partituras en lo que a transitar los limites del silencio se refiere (escúchense los delicadísimos comienzos de MAHLER | BILD y TRANS), así como a súbitas irrupciones de una vehemencia inusitada (final de TRANS), que tan complejo hacen el equilibrio de los balances dinámicos y la saturación sonora. The edition es la habitual de NEOS: exquisita, con un ensayo musicológico a cargo -como en el primer VOLUME- de Habakuk Traber. Esperamos, así pues, un tercer volumen, una nueva reflexión de la historia desde la historia.

Este disco ha sido enviado para su revisión por La Quinta de Mahler

Paco Yáñez

02 / 2014, Sémele número 5

La producción de Peter Ruzicka ha ido unida desde sus comienzos a la conciencia de un hecho, que el acto compositivo se inscribe en un espacio histórico donde el pasado no supone sólo una fuente de inspiración, sino que actúa como parte del presente y como interrogante dirigido a éste, como demuestra este segundo VOLUME, en el que la forma reflexiva de la creación ruzickiana establece un juego dialéctico con compositores pasados ​​​​y remotos tan variopintos como Tallis o Berg.

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